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Telarañas las pupilas
Diego Cazar


Poesía
Primera Edición, 2005
76 págs.

No será fácil que me olvide cómo conocí a Diego Cazar. Fue en un bar que se partía con una banda de rock en la que él era su atrayente voz principal.

Años más tarde, seguimos compartiendo abrazos y guitarras; su talante se mantiene entusiasta y generoso cuando de canto y lírica se trata. Y es esta última afirmación de sus sentires lo que hoy aprieta más aún los nudos de amistad que a él me ligan, convirtiéndolos en abierta admiración.

El medio centenar de trovas que el lector aquí tiene en sus manos –y que Diego divide en penetrante trilogía– tienen la fuerza de asegurarnos una segunda y más degustaciones. Unas son dibujos de sonidos en la más pura palabra del sentido; musicales provocaciones dirigidas a nosotros: ubres de las urbes. Otras serán versos concebidos como verdaderos cantos al amor entre galas a la poesía primitiva.

La letra de Diego es conspiradora, coloquial y cotidiana o bien, una subversiva convocatoria vestida con una fina levita color de antipoema. Los sastres negligentes nunca llegan al extremo de enredar su lengua con la crueldad de la gente, pues cohibido el bosque púbico todo es más púdico.

Así que no se diga más, aquí dentro ya todo está escrito. Y será muy difícil que lo olvide.

Diego Ernesto Cazar Baquero (Quito, 1977). Comunicador social, autor del poemario Más Caras tras Máscaras (2002). Miembro del colectivo artístico Locomotrova, con el cual ha presentado varios recitales poético-musicales en distintos escenarios del Ecuador, entre ellos Urbanus, Jacinta y el Perro del mendigo, La luna detrás de la lluvia. Ha escrito para varios medios impresos del Ecuador en calidad de reportero y como colaborador, y ha sido parte de numerosos proyectos musicales, entre ellos Amén, la BB Band y Expedición. Parte de su obra poética ha sido recogida en una compilación de obras hispanoamericanas editada por la Editorial Nuevo Ser, de Buenos Aires-Argentina.