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Veleta
Silvia Rey

Novela
Primera Edición, 2006
310 págs.

VELETA es una novela de amor, reencuentros y suspenso. Veleta es una joven ecuatoriana que llega a Estados Unidos a través de los coyotes. En ese país vive situaciones muy duras como indocumentada. Adquiere el AIDS (SIDA), cuyos síntomas empiezan a aparecer después de muchos años. Encuentra al amor de su vida (Phillip Turner), de quien queda embarazada, a pesar de la decisión de él de no tener hijos. Phillip la abandona y…

Novela intensa, actual, romántica, llena de peripecias y aventuras: búsquedas de tesoros, persecuciones. En esta novela convergen dos historias que se amalgaman, de modo sorpresivo, en un final casi hollywoodense.

VELETA es una historia que atrapa al lector de principio a fin.

 

Intervención de Silvia Rey en la noche del lanzamiento de Veleta

25 de julio, 2006

Esta noche quiero compartir mis sentimientos con ustedes, mis lectores.

Contarles que Veleta surgió en mi imaginación como cuando un espermatozoide se introduce en un ovario y se produce el milagro de la vida en el útero de una mujer. Es decir, surgió de repente, creció lentamente y se desarrollo dentro de un determinado periodo de tiempo.

Pero ese período no fue de nueve meses, en realidad, fueron ciclos, periodos más largos.

La idea inicial apareció cuando yo cursaba el tercer año de comunicación social y mis compañeros de curso y yo fuimos a visitar las minas en Portovelo, con la intención de hacer un documental al respecto.

Al ingresar al pueblo me impresionó su geografía irregular, mucho más, al saber que Portovelo se formó a base de asentamientos mineros. Otra situación que me llamó la atención fue el descubrir los métodos medievales que aún se usan para la extracción del oro. Mi excitación aumentó, cuando ingrese en el túnel de una de las minas, a través de uno de los vagones que los petroleros usan para ese efecto, y sentí la falta de aire y de vida dentro de las entrañas mismas de la madre naturaleza. Fue entonces cuando una luz cruzó mi cerebro, la decisión de escribir una novela con olor a cianuro y a mercurio, pero con el sabor indiscutible del amor.

Esa decisión fue postergada por cuestiones de trabajo, de estudio y muchas otras actividades que me alejaron de llevar a la práctica ese sueño.

Dos años después de haberme radicado en New York, leí, a través del Internet, un anuncio de Diario El Universo sobre un concurso para escritores.

Volví a sacar de los archivos de mi memoria aquella decisión postergada, aquel anhelo que quemaba mi alma y que necesitaba materializarse, atravesar la línea imaginaria que existe entre el sueño y la realidad.

Un día cualquiera, me senté a escribir, previamente le había pedido a mi hermana Maryuri que me enviara toda la bibliografía disponible sobre Portovelo y las minas. Volqué en mi computadora todas las ideas sueltas que se fueron convirtiendo en una cadena de hechos, con personajes que habían estado esperando el momento oportuno para salir de mi imaginación y convertirse en seres vivos, de carne y hueso, con sentimientos, secretos, ambiciones y pasiones escondidas.

Porque Veleta es eso y mucho más... Es la búsqueda de un tesoro que nadie sospecha al final qué es...

Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua, Veleta es una pieza de metal en forma de saeta, que se coloca en lo alto de un edificio y que sirve para señalar la dirección del viento. Y como nombre común, significa una persona inconstante y mudable.

La llamé Veleta , porque la protagonista de mi novela es una persona emocionalmente inestable, que busca incansablemente el amor.

Cuando termine de escribir veleta, decidí volver a leer el anuncio del periódico para enviar el manuscrito de acuerdo con las regulaciones del concurso, pero cuál fue mi sorpresa, que el concurso era de cuento y no de novela, como yo había creído en un momento de excitación al pensar en escribir la novela que me había esperado pacientemente durante varios años.

¡Me decepcioné! Lógicamente, porque no iba a ganar el concurso, cuyo premio era su consecuente publicación. No obstante, sentí una gran satisfacción de haber escrito esta historia de amor, de haber concretado mi sueño, de haber disfrutado al crear mis personajes, al darles vida y, sobre todo, de haber contextualizado mi primera novela en un pueblo de mi país, hablar de temas reales como el SIDA, la paternidad irresponsable y el reto de las madres solteras, la migración y la vida en Estados Unidos, la contaminación ambiental, la vida de los mineros y la explotación aurífera, y recrear en ese panorama una historia de amor, con personajes ecuatorianos y norteamericanos dejando en claro, una vez más, que para el verdadero amor no existen barreras de ningún tipo.

Veleta llego a Editorial El Conejo gracias a una amiga en común que tenemos Abdón Ubidia y yo, y que es además una gran periodista, Leydis Bravo. Gracias a Leydis, Abdón tuvo la oportunidad de leer el manuscrito y luego presentarme una propuesta de publicación.

Gracias Leydis.

Y aunque aún no hemos tenido la oportunidad de conocernos personalmente con Abdón, solamente vía telefónica, considero que Editorial El Conejo ha hecho un excelente trabajo de portada y edición.

Gracias Abdón y a todo el equipo de la editorial. Estoy segura que este es apenas el inicio de una relación, no quiero llamarla de negocios, sino de trabajo mutuo y de amistad, porque escribir es mi vocación y mi pasión. No me imagino haciendo otra cosa que no sea escribir, hablándoles a mis lectores a través de la palabra escrita, contándoles historias, mostrándoles el mundo de mis sueños. Tanto así, que tengo dos manuscritos más, que también serán publicados.

Aprovecho este momento para también agradecer a mi hermana y comadre, Maryuri Rey, quien está representándome esta noche, ya que, por cuestiones ajenas a mi voluntad, no he podido estar presente en el lanzamiento de mi primera novela. Me siento un poco nostálgica por eso, pero yo sé que estoy excelentemente representada, y que ustedes, mis amigos, comprenderán que en la vida hay situaciones que escapan a nuestro control, pero, aunque no esté físicamente, lo estoy, en espíritu porque ésta es mi primera hija literaria, la primogénita de una familia, que espero, será prolífera.

Agradezco a Dios, mi compañero eterno, por todas sus bendiciones, por este talento que me ha dado; a mi madre y esa fortaleza espiritual que ha sido mi inspiración; a mi hijo Matthew, quien es uno de los milagros mas bellos que me ha pasado en la vida y a mi gran amor, mi esposo, Nelson Montesdeoca.

Finalmente, gracias a ustedes amigos por su presencia esta noche y espero que al momento de leer Veleta la disfruten tanto como yo, al escribirla.

 

SILVIA REY nació en Ecuador en 1968. Es licenciada en Comunicación Social y cuenta con un Diplomado en Comunicación, Mención en Periodismo de Investigación, y la Maestría en Estudios Latinoamericanos, Mención en Comunicación; ambos obtenidos en la Universidad Andina Simón Bolívar, Sede Ecuador.
Ha sido Directora de Prensa del Congreso Nacional del Ecuador, cronista parlamentaria, periodista de radio, prensa y televisión, así como articulista en diarios orenses.
Incursionó en el mundo de las letras con dos cuentos: La Hija de Lucifer, con el que ganó un concurso en la provincia de El Oro, publicado por diario El Nacional; y, Quiero Ser Bella, con el que participó en el Concurso Internacional Juan Rulfo, en Francia.