Democracia y militares. Crisis y arbitraje
Ensayo
El relato de los acontecimientos sucedidos en el Ecuador desde el retorno a la democracia en agosto de 1979, referentes a la interrelación entre las Fuerzas Armadas, la sociedad civil y el gobierno nacional, que plantea este libro, saca a la luz, con una visión integral, al mismo tiempo que sucinta, hechos que son necesarios que estén presentes en la memoria colectiva para no repetir errores que han sido totalmente perjudiciales para el desarrollo y la cohesión nacional. De este relato se infiere con claridad que cuando los gobiernos han respetado las leyes y reglamentos militares y no han tratado de utilizar políticamente a la institución militar, han disminuido radicalmente las posibilidades de intervención de la misma en el conflicto político del país. Pero, también nos permite concluir que la presencia de elementos irresponsables, ambiciosos y desorientados en el alto mando y en las filas castrenses, ha desencadenado intervenciones militares reñidas con el mandato constitucional y legal.
Otra conclusión, sumamente valiosa para el país y particularmente para las Fuerzas Armadas, a que nos conduce la lectura de la obra del Coronel Alberto Molina, es la de que, cuando esta institución se dedica religiosamente a sus tareas profesionales, puede alcanzar pleno éxito en el cumplimiento de su misión de defensa del Estado ecuatoriano, como ocurrió en el Alto Cenepa.
En el libro encontramos información importante sobre los acontecimientos del levantamiento indígena y militar del 21 de enero del año 2000 y del fracasado golpe de Estado del alto mando militar que lo obligó a entregar el poder al Vicepresidente de la República. Se señala la descomposición política, económica y social en la que había caído el país, la misma que desencadenó un vendaval de ambiciones, deslealtades y traiciones en el que se disputaban el poder, unos abiertamente y otros de manera subrepticia, individuos enquistados en el Gobierno, el Congreso y las Fuerzas Armadas. Relata también la impunidad en que quedaron acciones que violaron de manera flagrante el ordenamiento jurídico de la República y la fe y el honor militar con repercusiones para la Nación y especialmente para la Institución Militar.
Realiza, con amplia consulta a especialistas de la relación civil-militar, un análisis de las razones por las cuales las Fuerzas Armadas se inmiscuyen de manera ilegal en la política, señalando las mutuas responsabilidades tanto de los civiles como de los militares. Pero, no se queda en la simple crítica, sino que formula valiosas reflexiones sobre las reformas que según el criterio del autor son necesarias para que la Institución Militar depure sus errores y debilidades, se fortalezca y cumpla en mejor forma su sagrada misión.
General José Gallardo Román
Ex ministro de Defensa Nacional
Alberto Molina Flores, coronel del Ejército. En 1970 se graduó como Subteniente de Artillería, es diplomado de Estado Mayor, licenciado en administración y ciencias militares, realizó cursos de especialización militar en Panamá, Israel y Francia; diplomado del Instituto Internacional de Derecho Humanitario (Italia) y del Centro de Estudios Hemisféricos de Defensa (EE.UU.). En 1981, en el conflicto de Paquisha, fue miembro del Estado Mayor de la Zona Especial de Defensa “Guayaquil”; en 1989, edecán del Presidente del H. Congreso Nacional; en 1992, director de Comunicación Social del Ministerio de Defensa, coordinador del programa de capacitación en derechos humanos para las FF.AA., auspiciado por ALDHU y el PNUD; director de la revista de las FF.AA, vocal del directorio del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural. En 1995, durante la Guerra del Cenepa se desempeñó como director de prensa y vocero de las FF.AA, luego fue enviado a Chile como Agregado Militar; a su retorno fue nombrado Jefe de Estado Mayor de la IV División de Selva. En 1998, asesor del Ministro de Defensa; en el 2003, asesor y coordinador general del Ministerio de Energía y Minas. Ha participado como conferencista en foros nacionales e internacionales, colaborador de varios periódicos y revistas del país; actualmente es miembro de la Sección Académica de Historia de la Casa de la Cultura Ecuatoriana “Benjamín Carrión”.