Alcantarillas
Cuentos
$9
La literatura agradece la frescura, el estilo suelto, que en realidad es el rigor puesto al pie de la letra. Luis A. Aguilar Monsalve nos ha tenido acostumbrados a que estos dos sean los esenciales ejes de su narrativa, alrededor de los cuales giran las obsesiones, las alegrías y las perdiciones que el ser humano exhibe sin remilgos a diario y por todas partes. Alcantarillas es un libro que reúne una colección de cuentos breves en los que Aguilar Monsalve se sumerge en la investigación de la condición humana como si tocara la seda, con suavidad y deleite. Sus personajes, que están por todo el mundo, y que son de todo el mundo, viven regocijados d su propia esencia. Al tratarse de uno de los más destacados y auténticos autores de microcuento actual, sus relatos se ven apoderados de la sorpresa inmediata y hacen un mapeo veloz de lo que les ocurre a sus personajes, que, en algunos casos, se nos antojan sacados de una agenda telefónica antes que el resultado de una mezcla imaginaria de la vida del autor. Aguilar Monsalve parecería coincidir –y gritar, en su literatura– que el respeto al lector es el permitirle que entienda, complete lo que sus atinadas elipsis ocultan a la vista de todos. Se trata de un ejercicio de gratitud hacia el don de la palabra. Cada una de sus historias alberga con hospitalidad a los ojos lectores, hace las veces de colirio, aunque no dejen estos cuentos de ser empujados por la muerte de una criatura a manos de una guerra infausta o por la piedad hacia una mariposa. Su más notable cuento es “Un rostro de espanto”; si bien adivinamos en este hacia dónde va, el terror de hallar nuestros reflejo nos invoca, en la inevitable voz del autor. Heredero putativo de la mejor narrativa estadounidense, lo de Luis A. Aguilar Monsalve en Alcantarillas es su fe de plumífero, como sugería (imploraba) Giambattista Vico: “Que se escriba con deleite porque eso será lo que se transmita”. Diría que Luis A. Aguilar Monsalve es un inventor de ecos. Son cuentos que dejan una estela que hace el camino del lector, por eso hay mucho después de leer Alcantarillas.
Carlos Vásconez
Herederos de las sombras
Cuento
Precio $9,00
“Cualquier destino por largo y complicado que sea, consta en realidad de un solo momento”, dijo Borges. Y añadiría “un solo momento básico”, es lo que nos brinda Luis Aguilar-Monsalve en su obra “Herederos de las sombras”: un momento básico e indispensable en cada una de sus historias. Además de variedad e imaginación. El misterio de esta obra, con una prosa madura y directa, ya al recorrer algunas páginas es que “uno no sabe con lo que se va a encontrar en la siguiente”. Viajeros que buscan o recuerdan un destino, fantasmas o personajes que quieren ser entes reales, o entes reales que se han confundido y son fantasmas, sombras o recuerdos; intromisiones a otros cuentos famosos (un reto que el autor supera con creces); cruces en el tiempo, etc. Una obra que recupera la buena literatura, que nos lleva por diversas situaciones y nos obliga a sonreír… o a pensar.
Hans Behr
Disfraz
Microcuentos
$9,00
Solamente el arte tiene el privilegio y la capacidad de contradecir las frías y pobres lógicas del mundo. Tiempo, espacio, causalidad, vida, muerte, identidad, es decir, los fundamentos de lo real, en estos microrrelatos de Aguilar Monsalve, son cuestionados y superados. Si en la vida ordinaria es el agua la que aniquila al fuego, en los miniuniversos que plantea el autor, las cosas son, legítimamente, al revés: El fuego apagó el agua. ¡Qué lógica tan certera! solo que vista desde el otro lado de la realidad. Y por este orden descubrimos que lo que está afuera, está, real y sorprendentemente, dentro. El signo, que va en una dirección, se presenta también en la contraria, y todo tiene sentido, como en el texto titulado Ollina, que parece nombre de mujer y que es, en realidad, un anillo, visto desde la otra perspectiva.
Aguilar Monsalve es un reconocido maestro en el arte de la suprema concisión narrativa y en la creación de mundos significativos singulares. Con apenas breves pinceladas logra crear microcosmos donde refulge el asombro de un sentido inesperado. Este pequeño volumen lo demuestra una vez más.
Oswaldo Encalada Vásquez
Antología bilingüe del cuento ecuatoriano de inicios del siglo XXI
Antólogo y traductor: Luis Aguilar Monsalve
Cuentos
La selección que con gran tino ha hecho Luis Aguilar Monsalve, uno de los grandes valores de las letras ecuatorianas, nos permite ver generaciones de escritores en un diálogo estético que opera a través de los relatos contenidos en el presente volumen. Con gran acierto se ha escogido a autores de diferentes generaciones en este intercambio estético que nos permite ver las huellas de la tradición cuentística heredada desde inicios del siglo pasado y continuada en una especie de renovación en este siglo veintiuno…
El viaje narrativo cubre géneros y modos que van desde lo fantástico a la ciencia ficción pasando por una gama amplia de estilos…
Esta colección sirve como texto representativo de las diferentes tendencias y vertientes de diverso y nutrido panorama narrativo de Ecuador.
Manuel Medina, Ph. D.
Profesor titular de español y portugués
Louisville University.
El umbral del silencio
Cuento
Sobre el libro, Alicia Yánez Cossío ha dicho lo siguiente:
» Luis Aguilar Monsalve,… nos entrega 15 cuentos muy bien logrados, extraños a nuestro medio, sorprendentes por el alejamiento de cualquier influencia con la actual corriente literaria latinoamericana, con un acercamiento a Borges y Cortázar, y una innegable influencia de la literatura inglesa y norteamericana. La temática de estos singulares cuentos, El umbral del silencio, estriba en la renovación del tiempo… los personajes son enigmáticos, fluctúan entre el presente y el pasado, son dueños de una indiscutible presencia y de un peso vital que imprime el logro de personajes universales. Hay cuentos que impresionan por su profundo simbolismo, los protagonistas no son los prisioneros de una cárcel, sino la humanidad encerrada en un espacio y en un tiempo circulares, o es el simbolismo en la ambigüedad de la vida del hombre analítico que ve su nuevo nacimiento. El tema de la soledad absoluta, sin diálogo ni comunicación crea personajes melancólicos, sumergidos en el ostracismo… Algunos… se debaten entre la realidad y la vigilia sin más salida que el acoso de la muerte… Está presente la tremenda ironía del hombre que presencia el final de la vida anhelada… Y hay un atisbo de humor… que recuerda las mejores páginas de Dickens. No faltan los finales sorpresivos que caracterizan a los cuentos de estructura perfecta y los que dejan el sabor de la sugerencia.
Renán Flores Jaramillo ha dicho lo siguiente:
» En su obra Idea sobre la novela afirma Ortega partiendo de la novela moderna, que «La esencia de lo novelesco no está en lo que pasa sino precisamente en lo que no es «pasar algo», en el propio vivir, en el ser y estar de los personajes, sobretodo en su conjunto o ambiente». Esta reflexión me viene a la mente al terminar la lectura de El umbral del silencio que es la última obra de nuestro escritor Luis Antonio Aguilar Monsalve. Y es que en el acontecer de este libro, por encima de los secundarios, el lector queda impregnado, sobre todo de un ambiente, de una atmósfera social que no dejan de ser perturbadores. Se trata de un libro orgánico, no de una recopilación. Leído de corrido, cada cuento se complementa y enriquece con los otros y, al final, el lector tiene la visión de una sociedad compacta a la que ha explorado en sus recovecos sociales, en la psicología de sus gentes, en sus ritos, prejuicios, entusiasmos, amores, discordias y hasta en sus fondos impúdicos.
Creo que se ha dicho que vuelvo
Cuento
Lo que asombra y gratifica en la obra de Luis Aguilar Monsalve, es ese voto desenfadado por la imaginación. Cada uno de sus cuentos lo prueba bien. Quizá la imaginación, su claro ejercicio, es el leitmotiv que los unifica.
Los procedimientos a los que ella acude para manifestarse son varios: bruscos saltos temporales que consolidan lo narrado de una sorpresiva manera; resoluciones poéticas, juegos de cajas chinas o de espejos enfrentados que a veces, de modo infidente, juntan al autor con sus personajes.
En Creo que se ha dicho que vuelvo, Aguilar Monsalve, a través de un personaje-narrador, nos ha empujado livianamente a sus universos creativos, como en su otro libro: el umbral del silencio. Universos que, en los textos del autor resaltan siempre esa dualidad, nunca delimitada entre la imposición o el reclamo o interior de la vivencia y el desafío de la realidad que, sin dejar de serla, no deja de ser “sospechada”, puesto que lo “real” también es huidizo e impreciso.
El autor no se resigna: reclama el derecho de que “al borde del sueño”, ese pasado, que puede ser viejo o de años acumulados, o el pasado de este momento que se fue, tal vez el del día de ayer, el de la noche cálida de la semana pasada, tenga asidero en el “tranquilo presente”, en el permanente presente de la creación literaria con su aureola de perennidad y de vida suspendida e inacabada. Porque el hombre sólo tiene pasado y futuro. Únicamente la literatura es un presente eterno.
En una u otra forma, los temas, los personajes y los argumentos de Luis Aguilar Monsalve reflejan y reproducen esa dicotomía que, al resolverse a través de cada texto, crean pequeños-grandes mundos, grandes y pequeños instantes, pedazos o trozos de vidas –nunca podrá saberse– propias, ajenas o prestadas.
Luis A. Aguilar Monsalve, es profesor emérito de Hanover College en Indiana, Estados Unidos. Tiene un PH. D. en Lenguas y Culturas Hispánicas de la Universidad de U.C.L.A. y en Ciencias Políticas de la Universidad de California Coast University. Maestrías en Estudios Latinoamericanos de U.C.L.A. y en Relaciones Internacionales de The Claremont Graduate School. Es Miembro de Número de la Academia Ecuatoriana de la Lengua. Miembro Correspondiente de la Real Academia Española. Miembro del Grupo América. Miembro Honorario de la Casa de Montalvo. Ha publicado más de treinta libros en español e inglés en diferentes países. Ha dictado conferencias en Estados Unidos, Europa y Latinoamérica. Está en antologías nacionales y extranjeras. Ha recibido los premios: Daryl R. Karns y Fray Vicente Solano. Obras en preparación: Juan Rulfo y su gran obra. (Ensayo). El olor del miedo. (Novela).