Siete historias sencillas y una vida complicada
Cuento
No hay muerto malo, siempre que uno muere se recuerda lo bueno.
La muerte es presentada desde varias perspectivas, como una incertidumbre persistente en los cuestionamientos del hombre, como la única solución para la vida, como un acontecimiento desencadenador de historias o, por supuesto, como un hecho inesperado que conmociona.
El autor ha sabido manejar de manera adecuada cada uno de sus cuentos, alejándose así de la monotonía y la simpleza. Los personajes que forman este libro son un muy diferentes, van desde jóvenes universitarios de la sierra, hasta rockeros británicos, pasando por damas de sociedad, revolucionarios, ángeles, demonios, etc.
Rafael Aldás brinda en este libro, un conjunto de cuentos bien logrados, entretenidos, pero que presentan una profundidad particular, una imaginación febril, y un apasionamiento por la narrativa enriquecedor.
Rafael Aldás Erazo. Nace en 1984, en Quito. Médico, piensa realizar estudios en Psiquiatría. Escribe desde los 10 años de edad. Es un lector voraz. Lo que más le conmociona es el cuento. Sus escritores favoritos son: Cortázar, Poe, García Márquez y Adoum.
Gusta mucho del cine. Dice que por eso, trata de detallar lo mejor posible cualquier escenario, para que origine imágenes como en una película. De igual modo, es un melómano y siempre trata de adjuntar alguna canción al relatos, a manera de «soundtrack».
Esta es su primera obra publicada, pero todavía hay mucho material inédito.